martes, 7 de septiembre de 2010

A MI PRINCESA SEP 2010

Hola Princesa!!!! Oh Dios como te quiero y te echo de menos!. Aunque parezca mentira, ya ha pasado un añito desde que te dije lo mismo. Ahora han cambiado muchas cosas en tu vida. Ni si quiera he tenido tiempo de hablarte de Ana, tu pequeña hermanita y a la que todavía no haces mucho caso, has tenido muchos celillos de ella cuando vino al mundo, ahora no sé si se te han pasado o simplemente no tienes ni fuerzas para ello. A veces la miras con esos ojitos de ilusión y de alegría que pones, a veces, cuando llora, pones carita de decir: “ya está otra vez” y miras para otro lado. Tu todavía no lo sabes, pero la vas a querer con toda tu alma, como mami os quiere a las dos.

Hemos pasado el veranito juntas, muy juntitas, las cuatro, tú, tu hermana, la abuela y mami, bueno también el super abuelo. Este verano ha sido el peor para ti, el peor que has pasado en esos 5 añitos que tienes ya, todo por esa enfermedad que te va dejando sin fuerzas, que te va comiendo tu ser y tus ganas de saltar y de jugar, que te deja con la mirada perdida y a veces, hasta creo que no me ves. Esa enfermedad que hace que me duela el alma, esa maldita enfermedad que tanto odiaba incluso antes de que apareciera en nuestras vidas, no te imaginas lo que daría mamá por podértela quitar de encima, mi niña… mi ángel… mi sol… mi vida… . Rezo a Dios a todas horas para que te recuperes, recuperes tu conciencia, tus ganas de vivir, de luchar, de saltar y de reír como tenías antes. Solo algunas madres saben lo duro que es llevarte a los columpios y que tus pequeños pies no sean capaces ni de tocar el suelo, que tus piernas se doblen porque no tienen fuerzas y todo esto, cuando el resto de los niños están a tu alrededor saltando y gritando. No sabes como echo de menos tu sonrisa, hay días en los que tu boquita está tan cansada y tu ánimo tan fuera de ti que no puedes ni sonreír. Llevo años suplicando, antes de aparecer la Epilepsia para que no lo hiciera, para que no viniera a inundar tu cerebro, pero al final llegó y ahora te está machacando, mi mayor miedo, mi mayor temor y, ahí está, viviendo con nosotras. Deberíamos estar tan contentas por la venida de Ana a nuestras vidas! y aunque lo estamos, es cierto que no nos deja disfrutar de estos momentos con la tranquilidad que debiéramos. Ahora vamos a llevarte al médico, una vez más, para que intente corregir esas pequeñas crisis y volver a ser tu. No sabes lo que echo de menos el que no me dejes de respirar porque estés todo el día exigiéndome cosas, que te lleve que te traiga, sueño con esos momentos en los que no parabas de moverte y eras tan exigente, ojalá que vuelvas a ser como tu eras, mi Alba, mi Alba… Ahora si te modifican el tratamiento estarás un tiempo dormidilla porque el jarabe te dará sueño, pero creo que prefiero eso a ver tu mirada perdida sin estar mirando nada, sin verme cuando me pongo delante, quiero que vuelvan tus cosquillas que se han ido durante el verano… . Tengo tanta prisa porque te recuperes, tengo tantas cosas que explicarte, quiero que conozcas a Ana, que la quieras, que juegues con ella, quiero que Ana conozca a “Albita Dinamita” Oh Dios, por favor ayuda a mi pequeña…

No puedo contarte mucho de este verano en la playa, porque has estado demasiado cansada. Los momentos en los que has tenido ganas, eso sí, has disfrutado del mar, de bañarte con mamá, no has tenido muchas ganas de jugar en la arena, pero bueno el año que viene lo volveremos a intentar. Ojalá.

Quien te quiere Princesa, quien te quiere a ti Princesa: mamá, mamá te quiere todo lo que se puede querer y más… Te quiero

CARTA A MI ABUELO

Hola Abuelo. Te quiero y te echo de menos, bueno ahora estoy contigo pero antes en vacaciones he vivido contigo todo el día y ahora no. No lo pases mal abuelo, no lo pases mal por favor abuelito. Lo veo en tus ojos, cuando me miras, veo lo mucho que me quieres y veo lo mucho que te duele lo que me pasa. A veces estoy tan cansada que no puedo moverme mucho, como lo hacía antes, a veces estoy tan cansada que no puedo darte patadas en tu tripa como a ti te gustaría, pero te oigo y cuando me miras, tan cerquita, también te veo, sé que lo estás pasando mal por mi, se que me quieres mucho, sé que me abrazarías y me protegerías de todo, que lo arreglarías todo, pero no se puede Abuelo, no se puede tan rápido como tu quieres, no te preocupes Abuelo, porque ahora me van a curar y volveré a tener las mismas ganas de jugar contigo que tenía antes, volveré a ponerte nervioso de tanto moverme, de tanto abrir mi boca, volverán a dolerte los riñones al cogerme porque no esté quieta ni un minuto, me volverás a ver ser feliz Abuelo, te lo prometo. Sé que de tanto como se lo pides a mi Ángel de la Guarda, Él te escuchará y tú lo verás, volveremos a jugar...

Te quiero mucho Abuelo.