Ahora que
Andrés Aberasturi va a publicar un libro que leeré (algún día, no sé cuándo
porque lo que sí sé es que lloraré y hay veces que no tengo ganas), ahora que
he visto el video que ha publicado en el que habla de Cris, no sé porqué ahora
pero me gustaría decirte que sí, que es difícil y duro, pero también
maravilloso...tenerte. Qué ojalá fuese de otra manera, por supuesto, y no por
mí sino por ti, porque ojalá nunca hubieras sufrido, ojalá nunca hubiera visto
ese miedo en tus ojos, ojalá nunca nunca hubieras perdido el brillo de tu
mirada, esa luz…ojalá no hubieras conocido el dolor, ojalá nunca tuvieras que
ver como otros hacen y tú no, ojalá pudieras algún día abrazarme cómo quieres y
no como puedes, ojalá…pero no es así y sí, siempre me preguntaré porqué, porqué
a ti, nunca porqué a mí porque eso no importa desde el día que te pasó a ti y
no a mí, desde el día que naciste como hicieron que nacieras, eso y tantas
cosas dejaron de importar…pero no puedo estar siempre pensando en los “ojalás”
porque tú eres como eres y si me quedase en los “ojalás” tú y yo, nos
pudriríamos…así que pensé, bueno no lo pensé, no tuve tiempo, estaba demasiado
liada y simplemente me convertí en tu acompañante, dejé que la vida nos llevara
y aquí estamos, aquí seguimos las dos…viviendo que no es poco.
…y
sí, es bonito y es gratificante cuidarte, volver ver a tus ojos sonreír, volver
a verte hablar sin palabras, decirme que me quieres…sin palabras, preguntarme
dónde está Ana…sin palabras, dónde vamos…sin palabras, pedirme acuarius…sin
palabras, tu voz, puedo oírla porque con tus sonidos no paras de hablar y tus
ojos… los has convertido en tu boca, tus
ojos lo dicen todo pero para ello deben estar tan despiertos como ahora lo
están, para ello, Ella debe seguir sin venir a por ti porque si volviera a
hacerlo volvería a perderte y entonces, entonces no sé si lo soportaría,
entonces quizás Andrés llevaría razón y volvería a preguntarme porqué…
Mamá… me lo
has dicho tantas veces, quizás nadie pueda oírte pero cuando pones tu boca en
mi mejilla puedo oír cómo me dices mamá.
Nuestras vidas
son como son y no como hubieran podido ser y nunca vamos a vivir una vida
distinta a la que tenemos, los “podrían haber sido” en este caso no tienen
sentido porque se trata de tu vida y nosotros, papá y mamá estamos aquí para ti,
para ser felices, para que seas feliz y tú, Anita, mi pequeña muñeca, nunca
dejes de darme abrazos.
Os quiero, hasta dónde? Hasta el
infinito y volver….ya lo sabéis